YouTube es la plataforma de video más importante del mundo, y como la mayoría de las redes sociales, su éxito radica en que el contenido no lo genera la empresa, sino sus mismos usuarios. Es precisamente por eso que las redes sociales definieron la era del internet conocida como la Web 2.0, en donde los usuarios se volvieron “prosumers”, lo cual significa que pueden consumir como producir contenido.
A diferencia de redes sociales como Twitter o Facebook en donde las compañías no le pagan a los usuarios por el contenido que generan, YouTube que pertenece a Google, sí lo hace. Esto mediante su programa de afiliados o partners, en el que si tu canal tiene la suficiente relevancia para llegar a determinada cantidad de personas, recibirás un ingreso por cierto número de usuarios que hayan visto un anuncio en el video.
El pago por cada 1,000 views puede variar entre los cincuenta centavos de dólar hasta los ocho dólares, dependiendo el formato de anuncio que está desplegándose en los videos de los partners. Es de esta manera que, cuando un canal tiene millones de views, los YouTubers pueden empezar a generar ingresos millonarios.
Sin embargo, estos YouTubers con el paso del tiempo se han vuelto una situación incómoda para la compañía, como es el caso de PewDiePie, la celebridad de esta red con más de 50 millones de suscriptores.
Esto ocurre constantemente, y recientemente pasó con PewDiePie, en donde publicó un video en el cual no era “políticamente correcto” y fue llamado antisemita, ya que jugaba una broma de mal gusto en el mismo. Esto tuvo particular peso, ya que su audiencia es muy joven, y lo ven como un ídolo e incluso un modelo a seguir.
Sin embargo, esto no ha sido algo ocasional con él sino recurrente, lo cual fue la gota que derramó el vaso de agua con YouTube y sus patrocinadores.
En ese momento se pierde toda libertad de creatividad o de expresión y las celebridades desafortunadamente deben pagar… o entender, que su fama tiene un precio o una condición.
Como tal, aunque algunos patrocinadores retiraron su apoyo a PewDiePie, resultando en enormes pérdidas para la estrella, YouTube no ha tomado mayores cartas al asunto. La relación entre las celebridades y YouTube se convierte en una dinámica de amor-odio, en donde los dos están atados a la eternidad.
En otras situaciones, las celebridades han intentado salirse de la plataforma sin tener éxito o han amenazado en cerrar su canal (como lo hizo el mismo PewDiePie), sin embargo, no lo hacen porque saben que dependen de su audiencia en YouTube.
De igual forma, YouTube trata de implementar políticas o restricciones de tipo de contenido que acaban perjudicando a las celebridades, pero al final, siempre hay un punto medio ya que la compañía sabe que no se puede pelear con todos al mismo tiempo.
A veces llega a resultar todo tan irónico que uno se pregunta si no es parte de una estrategia entre ambas partes para nada más generar escándalo y así tener mas views.
Y tú, ¿qué opinas del desastre que vivió PewDiePie? ¿Estás de su lado o de aquellos que lo criticaron por ser políticamente incorrecto? ¡Platícanos!