El pasado 19 de septiembre se cumplían 32 años de terrible terremoto que azotó la Ciudad de México en 1985, ese día para muchas personas cambió su vida. A poco más de tres décadas de ese día muchos mexicanos no sabíamos lo que significaba una tragedia de esa magnitud, los sismos eran un cuento de terror más y, sin lugar a dudas, no conocíamos “ese” significado de solidaridad.
Fue también que el 19 de septiembre de 2017 y de manera casi imposible, un nuevo sismo sacudió una de las ciudades más grandes del mundo. Casi de inmediato, por radio, teléfono y redes sociales nos enteramos que muchos edificios habían sido dañados, y que muchos otros se habían derrumbado.
Fueron días muy peculiares ya que había mucha información, mucha comunicación y al mismo tiempo el ruido y la desinformación invadía todos los canales, fue aquí que la organización hizo de las redes un elemento esencial.
La mención es para todas las redes sociales, Facebook, Twitter, Periscope incluso Linkedin se convirtieron en espacios virtuales para organizarse y pedir ayuda, voluntarios, levantar albergues y centros de acopio.
Muchos medios destacaron la solidaridad de las personas, especialmente de los jóvenes mexicanos que, hasta ese momento, se nos había acusado de apáticos.
Zello es una aplicación que permite a los usuarios comunicarse de la misma manera en la que se haría con un walkie-talkie: presionas un botón y tu voz se escuchará en el resto de los dispositivos conectados.
Estos dispositivos (los celulares) se conectan en grupos y algunos como “SISMO 2017”, “CENTROS DE ACOPIO 2017” y “SISMO MÉXICO 2017” tuvieron grado verdaderamente elevado participación al momento de ofrecer, solicitar y enviar ayuda a los lugares donde más se necesitaban tras el terremoto.
Zello fue muy utilizado por los motociclistas que, de alguna manera, tenían la manera de llegar mucho más rápido a donde más se necesitaba algo.
Muchas veces hemos escuchado que de las bodegas dudosas de los gobiernos que, meses después de una tragedia, siguen llenas de los donativos de las personas.
El terremoto que sacudió la Ciudad de México, el Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Morelos y Guerrero no solo ayudó para reavivar la llama de la solidaridad, también ha funcionado para presionar al gobierno a entregar cuentas claras sobre la mayor parte de las donaciones que han llegado.
En un ambiente de pánico y tan delicado como el que se vivió tras el terremoto la información iba y venía de todos lados a todas horas y de todas las personas.
Muchas veces en el afán de ayudar e informar se cometió el error de no verificar de dónde venía la información que se compartía y al final todo caía en un círculo de desinformación y desconfianza — sin lugar a dudas el peor de los males en un momento como el que vivíamos.
Fue así que nace @verificado19s: “una plataforma digital que verifica y organiza información para hacer más eficiente la respuesta ciudadana tras el sismo del 19 de septiembre.”
Con el hashtag #Verificado19s se convirtió en el lugar por excelencia para encontrar y pedir información sobre lo que ocurría posterior al terremoto.
Una desgracia de esa magnitud nos hizo necesitar desesperadamente un rayo de alegría y esperanza fue por eso que, sin perder el tiempo, y gracias a las redes sociales que llegó a nuestro corazón Frida, la perrita rescatista de la Marina Armada de México.
Ni el Ferras, ni la caida de Edgar tuvieron la capacidad de viralizarse de esa manera, al final era lo que todos necesitábamos: un poco de luz en ese momento tan oscuro.
Es la primera vez en México que las redes sociales tienen un papel tan importante en un desastre natural y sin lugar a dudas fueron “eso” que marcaron la diferencia en los días posteriores al terremoto.
#FuerzaMéxico.