Antes de diseñar una estrategia para el ROI o retorno de inversión, debes definir claramente los objetivos y establecer metas cuantificables que te ayudarán a tener una idea más clara de los resultados.
Dependiendo el tipo de retorno que buscas en tu inversión deberás emplear diferentes estrategias para optimizarlo. El retorno puede significar un aumento en las ventas, conseguir una mayor cantidad de suscriptores o leads o aumentar la visibilidad de tu marca. Es por ello que antes de diseñar una estrategia, debes definir claramente los objetivos y establecer metas cuantificables que te ayudarán a tener una idea más clara de los resultados de tus diferentes iniciativas.
Define “retorno”
El primer paso para mejorar el retorno de la inversión es definir claramente lo que esperas lograr con la misma. Esto puede ser un aumento de las ventas, mayores ingresos, mayores beneficios, reducción de gastos, una mejor visibilidad de la marca, captar más leads, etc.
Calcula el retorno actual
Antes de planificar estrategias para optimizar el ROI debes tener en claro cuál es la evolución actual del ROI o en otras palabras, saber cuánto inviertes, cómo lo haces y los resultados que obtienes con exactitud.
Consejos para optimizar el ROI
1# En primer lugar debes concentrarte en atraer el tráfico para ganar visibilidad. Para ello debes diversificar tus opciones y no enfocarte únicamente en las campañas de pago, como las de Google Adwords.
2# Una vez que has obtenido el tráfico que buscabas, debes mantener el interés para que los visitantes que han hecho clic en tus anuncios o atraídos por el contenido permanezcan interesados, hagan una compra o realicen la acción que esperas para aumentar tus conversiones y con ellas el ROI. Para ello debes optimizar tu página de aterrizaje, de modo que los usuarios encuentren fácilmente el producto o la oferta que se les ofreció. Si tienen dificultades para hacerlo, es posible que cierren la página sin hacer una compra o sin suscribirse a tus boletines.
3# También debes asegurarte de que tu sitio web está optimizado para dispositivos móviles. Muchos usuarios acceden desde esos medios y que su diseño sea atractivo y sencillo, además de que resulte fácil de navegar.
4# Revisa las palabras clave y descarta las que te brindan pocos resultados. Esto es sumamente importante ya que si ofertas por palabras clave muy generales, obtendrás mucho tráfico pero pocas conversiones debido a que los usuarios no encontrarán lo que estaban buscando. En su lugar, opta por palabras clave relevantes para tus productos o servicios, que no solo te resultarán menos costosas sino que mejorarán la conversión, porque el contenido de tu sitio es relevante para sus intereses.
5# Aprovecha para revisar tus ofertas por las palabras clave. Auméntala en aquellas que te brindan buenos resultados y elimina las que no atraen tráfico o no te proporcionan los resultados que estabas buscando.
6# No dediques todo tu tiempo y esfuerzo solamente a los anuncios y a tu sitio web. Destina parte de tu presupuesto en una de las partes más importantes del proceso de marketing en línea: el contenido. Debe ser de buena calidad y persuasivo, que no solo posicionará tu marca entre las muchas ofertas que hoy en día se encuentran en el mercado, sino que hará que los lectores realicen la acción que estás buscando, como brindarte los datos de su correo electrónico, hacer una compra en línea o ponerse en contacto con tu empresa para contratar algún servicio.
7# Estudia los resultados de tus campañas en las redes sociales y concéntrate en las plataformas que te brindan mayores resultados. Para ello debes determinar cuáles son las redes que tu público objetivo utiliza más y en base a esos resultados enfoca tus esfuerzos y el dinero en esa plataforma en particular, ya sea Facebook, Twitter, Pinterest o Instagram.
8# Revisa los resultados de tus campañas en los diferentes dispositivos, con el fin de analizar cuáles te brindaron las mejores conversiones y ajusta los presupuestos para asignar una mayor cantidad a los que funcionaron mejor y disminuir o eliminar aquellos que te proporcionaron los resultados más pobres.
Como sucede con todas las optimizaciones, luego de hacer los cambios debes continuar monitoreando los resultados para asegurarte de que has tomado las decisiones adecuadas.