Quizás eres un trabajador 3.0 y estás leyendo esto sin saber de qué se trata. El trabajo 3.0 –también llamado tele-trabajo, trabajo online o trabajo freelance– es un tipo de empleo realizado exclusivamente a través de la web, mediante plataformas que permiten la gestión a distancia, tanto para empleados como empleadores. En los últimos años ha ido ganando cada vez más terreno; cada vez son más las personas cuya fuente total de ingresos proviene de esta nueva forma laboral; y las empresas que recurren a este tipo de «medios» para encontrar a los mejores profesionales en su área.
El trabajo 3.0 ha implicado numerosos y grandes cambios en el mercado laboral tradicional. Las compañías ya no tienen un control absoluto sobre dónde, cuándo y cómo trabajan los trabajadores: los empleadores (desde empresas hasta independientes) pueden contratar trabajadores en cualquier lugar del mundo. El empleado no tiene el deber de estar en una oficina y cumplir un horario, sino que puede laborar desde su casa o cualquier espacio adecuado que le asegure una conexión a internet. Además, también puede usar cualquier ordenador o dispositivo móvil –principal herramienta- con un software que le permita llevar a cabo su actividad.
El trabajo 1.0 existió a partir de la primera mitad del siglo XX, cuando casi cualquier trabajador que no era autónomo estaba como empleado en una empresa. Luego, el trabajo 2.0 surgió a medida que las leyes fiscales creaban una nueva categoría de trabajadores: el contratista independiente.
Ahora, la era del trabajo 3.0 ha comenzado. Impulsada por la globalización, los avances tecnológicos en dispositivos y el internet, más el rápido crecimiento de los mercados de servicios.
Estas empresas de gestión de trabajo online conectan un gran número de contratistas independientes que prestan servicios a los clientes que los buscan. Las compañías se benefician al quedarse con una porcentaje de los ingresos y facilitar la relación entre el trabajador y el cliente. Con operaciones principalmente en línea, sus gastos primarios se reducen a la tecnología y la publicidad. Los costos laborales son minúsculos, porque los trabajadores que crean ingresos son contratistas independientes.
Empleados y empleadores se comunican directamente a través de los servicios de mensajería de un sin fin de plataformas, o pueden recurrir a recursos externos como Skype; que con sus llamadas gratuitas es ideal para reuniones rápidas. Por otro lado, es extremadamente necesaria una herramienta de almacenamiento de datos en la nube, como Dropbox, Google Drive o We Transfer; ideales para compartir archivos y tener a la mano todo lo necesario en cualquier dispositivo u ordenador. Otra herramienta indispensable es Basecamp, un gestor de tareas on line para grupos o equipos virtuales de personas que trabajan desde distintos puntos del globo, que permite organizar proyectos de manera muy eficiente.
#1 La flexibilidad es una de las principales ventajas del trabajo 3.0; porque permite que el usuario se dedique a distintos proyectos a la vez, administrar mejor el tiempo, cuánto cobrar o cuánto pagar y además escoger con quién y en dónde trabajar.
#2 La globalidad y multiculturalidad es otro de los beneficios, al permitirnos estar en contacto con un sinfín de personas de distintas procedencia y orígenes, y a las empresas, escoger talento sin límites geográficos o culturales.
#3 La reputación de los trabajadores se ve beneficiada al contar con las referencias de sus empleadores visibles en su perfil, donde además pueden publicar portafolio y trabajos realizados anteriormente.
#4 Manejo del tiempo y energía, lo que lleva a un mejor rendimiento laboral y personal al punto de convertirte en tu propio jefe.
#5 Seguridad para los contratadores, quienes realizan un depósito en garantía pero no están obligado a pagar hasta no recibir y validar la calidad del servicio solicitado.
#6 Desde el gasto de trasladarse a un lugar de trabajo, hasta la creación de una infraestructura adecuada, las posibilidades de ahorro son grandes para ambas partes.
#7 La inmediatez que proporciona el internet: con tan solo publicar una oferta de proyecto, en menos de 24 horas recibirás contraofertas de profesionales certificados para escoger a tu gusto.
#8 Otro de los grandes beneficios es la inclusión de personas con alguna discapacidad física o motora, que no pueden acudir de manera cómoda a oficinas o que anteriormente eran excluidos de lugares de trabajo. Ahora pueden perfectamente ofrecer sus talentos vía internet.
Lo primero que debes hacer es crear un perfil de empresa o trabajador en cualquiera de las plataformas de gestión. Existen numerosas opciones adaptadas a distintas necesidades e idiomas; como la famosa Uber, que te permite hacer transporte privado usando tu propio vehículo. En español las más famosas incluyen a Workana y Nubelo, mientras que Freelancer y Upwork son perfectas para aquellos que manejan el inglés. También están HourlyNerd, Lyft, Postmates, TaskRabbit y muchas otras.
¿Qué esperas? Crea ya tu perfil personal o de empresa y comienza a contratar y ser contratado on line con la variedad de opciones que estas plataformas digitales te brindan.