En la época digital en la que vivimos, los logos ya no son solo un nombre o una firma visual impresa en papeles promocionales o vallas publicitarias; son un identificador omnipresente de las marcas, con los que interactuamos inevitablemente cada vez que utilizamos nuestro teléfono celular o abrimos nuestra computadora.
Casi todas las empresas, independientemente de sus productos o servicios, tienen una presencia digital en la que los logos son parte de la voz de la empresa a la que representan; ya sea en botones de aplicaciones o en avatares de Twitter o Facebook, los logos están presentes, y han trascendido de lo visual al interactivo.
La importancia que han tomado los logotipos tiene mucho que ver con el cambio de las prioridades de los consumidores: en el mundo de las redes sociales lo visual es lo que realmente importa, todo tiene un logo y todo es una marca.
El uso de etiquetas y los hashtags han hecho que las marcas sean parte del lenguaje popular de los consumidores, pero una vez que el usuario hace clic en un enlace al sitio web de una marca, el logotipo se convierte no solo en representación más visible de la empresa, sino en una extensión de la personalidad con la que se ha estado interactuando a través de las redes.
Los logos siguen cumpliendo con la función por la que fueron creados: para identificar y distinguir a las marcas, para resumir en una abstracción mínima los valores, ideales y propuestas de toda una empresa en una imagen compacta, fácil de recordar y de llevar a todos lados.
Con los medios extendiendo al mundo digital, los logos han adquirido más facultades, y es que ya no son puramente representativas, sino que respaldan su imagen con las interacciones que diferentes áreas de las empresas que representan ofrecen a los usuarios. Es por eso que no solo siguen siendo esenciales en la identidad de una marca, sino que su importancia es más grande de cuando sólo eran un elemento impreso en materiales promocionales que podíamos dejar en cualquier lado.
Ahora nos siguen y están con nosotros casi a todas horas, y vale la pena hacerlos la mejor versión posible de de la identidad de nuestras marcas.