Existe una regla de oro para cualquier emprendedor, independientemente del giro de su empresa, y esta regla puede ser algo difícil de aceptar: no lo estamos haciendo nada más por amor.
Claro que a veces emprendemos porque tenemos un producto o una idea o un servicio que genuinamente creemos que puede mejorar las vidas de las personas, y amarrarse los pantalones y comenzar la aventura ciertamente requiere vocación. Como sea, uno tiene que pagar las cuentas, los salarios, y reinvertir, así que al final debemos de trabajar para poder generar ingresos. No hay cómo darle vuelta a esta realidad, así que lo ideal será comenzar uno de los procesos más complejos e importantes de cualquier emprendimiento: la formación de un plan financiero efectivo.
Esto puede ser un proceso extremadamente frustrante, uno que incluso podría obligar a algunos a dejar su sueño, pero no tiene que ser la pesadilla que puede parecer. Si ya tienes experiencia en finanzas, ¿qué mejor? Pero si eres de aquellos que saben del área que quieren explorar con su empresa, pero no mucho cuando se trata de dinero, nosotros podemos ayudarte a dar los primeros pasos de este difícil camino.
Lo primero que hay que hacer es darnos cuenta que es muy posible que nosotros mismos no podamos llevar a cabo la planeación y ejecución del área financiera. Esto no será nada más algo que desarrollaremos al comienzo de la vida de nuestra empresa, sino algo orgánico que tendrá que vivir y cambiar según crezcamos nosotros y el mercado. Considerar un asesor financiero dentro de la nómina de la empresa es buena táctica si se puede costear.
Esta bien podría ser la parte más importante para hacer un buen plan financiero efectivo. Debes entender exactamente qué es tu negocio. Sabemos lo que estás pensando, pero no es tan fácil como suena. No hablamos necesariamente de entender qué vas a ofrecer o cuál es tu mercado, eso es marketing. Lo que necesitas entender son las necesidades de tu negocio. ¿Cuántos empleados necesita para funcionar en su mínima capacidad, y con cuántos funcionaría de manera óptima? ¿Cuántas horas a la semana se usarán para poder mantenerlo vivo? Esto nos llevará a entender cuáles son las necesidades financieras básicas de la empresa. Ya sabiendo eso, se puede proyectar cuáles serán las necesidades en un año, dos, o más.
A todos nos encantaría decir que nuestros objetivos incluyen vender nuestra empresa a Google por un par de decenas de billones de dólares para así comprar nuestra propia isla tropical, pero ese tipo de objetivos no tienen lugar en tu plan financiero. Después de entender las necesidades de la empresa, como lo hicimos en el paso anterior, debemos de saber hacia dónde vamos. Es importante entender el clima económico en el que nos estamos desarrollando—una aventura en sí misma—además del mercado meta para poder poner objetivos realistas.
Recuerda: deben ser objetivos realistas, pero no demasiado fáciles o demasiado difíciles. Si continuamente cumplimos objetivos fáciles tendremos una idea errónea de progreso, y si no llegamos a objetivos imposibles podrá resultar en enormes frustraciones. Esto también será algo que debe ser orgánico y modificable mes por mes.
Nunca hay que saltarnos las esquinas y hacer las cosas mal—al menos no si quieres ser un emprendedor respetable con aportaciones al ecosistema económico, tecnológico, y social. Habiendo dicho eso, casi siempre existe la posibilidad de que estamos gastando más dinero del que es completamente necesario.
Aunque es algo difícil, siempre es útil hacer unos rayos equis de todo el negocio, desde el espacio físico, el uso del tiempo, hasta los recursos humanos, para identificar oportunidades de ahorro. ¿Necesitas una oficina tan grande (o una oficina de cualquier tamaño?) ¿Con cuántas personas puedes hacer que funcione tu negocio? ¿Cuántas horas es necesario invertir a la semana? ¿Has elegido bien a tus proveedores?
Aunque no es fácil, siempre es posible planear muchos diferentes escenarios de corte para imaginar cuál será la forma más eficiente de ahorrar dinero sin perder productividad.
Con estos tres pilares bajo tu consideración tendrás una muy buena base para comenzar a hacer una planeación financiera exitosa. Nada más recuerda que no todo debe quedar escrito en piedra al principio; todo debe existir bajo la posibilidad del cambio. Tomar esto a consideración será necesario para poder asegurar el progreso y crecimiento de tu empresa.
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