¿Recuerdas cuando ensayabas tu mejor “discurso de ventas” para pedirle a tu padre que te prestara el automóvil? Probablemente le hacías saber lo buenas que habían sido tus calificaciones, lo responsable que serías en la conducción y la hora en la que llegarás en espera de que “comprara” tus promesas y obtuvieras lo que buscabas. Lo mismo sucedió luego con tu vida amorosa, ya que esta dependía de tus habilidades sociales, de la percepción que la otra persona se forjaba sobre ti y de tu capacidad de “venderle todo el paquete”.
Debes emplear la misma estrategia de ventas tanto si eres un emprendedor, un empresario afianzado o un empleado en busca de trabajo. La diferencia entre el éxito y el fracaso se reduce a la percepción y a la presentación, tanto de tus productos como de ti mismo.
En los ojos del observador, que puede ser un prospecto, un colega de negocios una comunidad en las redes sociales o un empleador, su percepción es la realidad. La diferencia entre una persona que sabe venderse a sí misma con una que no puede hacerlo, es que la primera conoce los matices del comportamiento social, tiene la capacidad de construir relaciones y tiene el control sobre la percepción de la otra persona.
Si bien no todos han sido bendecidos con el don de la palabra o están adaptados para una vida de ventas, la competencia cada vez es mayor y es por ello que al menos debes ser capaz de vender una cosa: a ti mismo. Si eres un empresario, la capacidad de convencer a los clientes que compren tus productos y a otros colegas que hagan negocios contigo es esencial para el éxito y si buscas empleo, la capacidad de diferenciarte de los demás puede hacer que consigas ese puesto que tanto anhelas. Para mejorar esta capacidad, debes seguir estos consejos:
#1 Muestra solo la mejor versión de ti mismo
Uno de los mayores desafíos a los que te enfrentarás a la hora de venderte a ti mismo es separar quién eres realmente de quién eres como un producto. A las personas no puedes mostrarles tus dudas, tus conflictos, tus imperfecciones si deseas lograr el liderazgo en tu empresa o si buscas obtener un buen puesto. Es por ello que debes hacer una lista de tus mejores cualidades y mostrarlas. Permite que tus prospectos, colegas o empleadores vean solo la mejor versión de ti mismo. Vístete, habla y compórtate como lo haría tu mejor versión. No estás mintiendo, solo estás resaltando tus mejores características en la misma forma en que lo haces cuando tratas de conquistar a alguien.
#2 Toma la iniciativa
¿Qué más puedes hacer sin que te lo pidan? Tanto si eres un emprendedor tratando con sus clientes como un candidato en busca de empleo, una actitud proactiva en todo momento, puede hacer la diferencia con los demás.
#3 Proyecta confianza
Para tener éxito tanto en tu emprendimiento, como en tu vida, debes tener una actitud positiva, confiar en tus capacidades para enfrentar las dificultades que se interpondrán en tu camino y conocer cuáles son tus fortalezas para enfrentarlas. También debes estar dispuesto a tomar riesgos y cuando fracasas, en lugar de sentirte desmoralizado debes hallar una oportunidad para aprender y cambiar el rumbo de las cosas.
#4 Presta atención a tu entorno para establecer mejores relaciones
Si bien tu entusiasmo por tu producto o por tu empresa puede llevarte a hablar efusivamente del mismo o te sientes tentado a compartir tu conocimiento profundo sobre determinado tema, puedes ser percibido como agresivo e invasivo y si no escuchas empáticamente a tus clientes puedes ser percibido como un egoísta. Es por ello que debes adaptar tu comportamiento a las diferentes situaciones sociales a las que te enfrentarás. Si debes dar una conferencia, estudia a tu audiencia previamente, para no abrumarlos con datos que posiblemente ya conocen y si te encuentras en otro tipo de situación social, no abrumes a tus interlocutores con lo que tienes para ofrecerles, ya sea tu producto o a ti mismo, enfócate en lo que es importante para tus interlocutores, hazles las preguntas correctas y escucha lo que tienen para decir. Esto te permitirá establecer relaciones más duraderas y confiables, que te ayudarán no solo en tus ventas sino en tu vida.
En conclusión, una venta es una conexión entre una persona y lo que necesita, por lo que es de suma importancia la forma en la que te presentas y cómo percibes las necesidades de los que te rodean para lograr el éxito en todos tus emprendimientos.