El mundo de las campañas de marketing es uno de los más grandes que hay en el orbe. La posibilidad que existe de crear campañas para los distintos medios, plataformas y formatos permite que las posibilidades sean, prácticamente, infinitas.
Lamentablemente es también esa inmensidad con la que vemos, muchas veces, fracasar a las campañas y estrategias de marketing que no logran entender en dónde tenían que vivir, o a quién le tenían que hablar.
Si estás buscando la ecuación para conseguir el éxito de tu estrategia tal vez tengas que buscar en otro lado, no obstante te podemos adelantar que no lo vas a encontrar porque esa ecuación no existe.
Lo que sí podemos platicarte son las cosas que tienen en común las mejores campañas de marketing.
De un tiempo para acá, digamos la última década, las marcas entendieron que lo más importante no es “vender el producto”, si bien es lo que esperan de resultado; no es el objetivo que tienen en su publicidad.
Marcas como Apple, Coca-Cola o Adidas se han enfocado en llegar a su público con base en los sentimientos que se pueden generar por usar sus productos. No importa si es corriendo, bebiendo una bebida carbonatada o usando un el celular más avanzado, el chiste es que seas completamente feliz en “esos” momentos especiales.
Ya lo dijo McLuhan, “el medio es el mensaje” (McLuhan, 1964). Sin afán de ahondar mucho más en las (interesantes) teorías de la comunicación es casi igual de importante el lugar en el que vas a colgar tu mensaje, como el mismo mensaje.
Entender el impacto que tendrá el medio será una de las piedras angulares para el éxito de nuestra estrategia de marketing.
Podríamos hablar de los famosísimos comerciales de Doritos en el Super Bowl o Huevo San Juan en la terminal de camiones más grande de la Ciudad de México, lo importante no es si estás pautando por algunos millones de dólares en el evento deportivo más importante del mundo o estás atacando a una de las tradiciones populares más arraigadas de nuestro país, el chiste es saber en qué lugar decir lo que tengas que decir.
Si tu mensaje no puede ser explicado de manera sencilla es que hay algo que está saliendo mal desde el orígen.
Los avances tecnológicos, los smartphone y la posibilidad de tener lo que sea en este momento nos han convertido en una especie de seres evolucionados (o no) con capacidades de interés por las cosas bastantes reducidas, es por eso que necesitamos enviar mensajes lo más simple posible.
Si lo que quieres comunicar es que uno de tus autos tienen una “nueva” tecnología de lo más atractiva, comunica eso y solo eso… después tendrás la oportunidad de comunicar el enorme espacio que hay en la cajuela.
La premisa de este punto, en un primer momento es, por lo que más quieras, no lo hagas. Lo más probable es que quedes mal, o te la regresen y quedes en ridículo.
Sin embargo, habrá momentos en los que se podrán alinear todos los elementos para acertar un golpe maestro a la competencia.
Como consejo adicional, recuerda que el día de mañana te tocará ser el que reciba la cachetada y el que se enoja pierde.
Todos los que disfrutamos de apreciar la buena publicidad y las buenas estrategias de marketing y parte de eso es tomar en cuenta las buenas producciones de las piezas que utilicemos.
Jamás te dejes influenciar por si eres una marca pequeña, siempre tenemos que dar lo mejor y a lo grande para que los demás nos volteen a ver.
Tal y como te lo adelantamos al inicio no hay una estrategia específica para asegurar el éxito de nuestras campañas o de nuestros contenidos. Muchas veces podríamos hacer todo al pie de la letra de algún manual y aún así no tendremos asegurado el éxito.
Lo que te podemos recomendar y te aseguramos ayudará mucho a tus campañas es no perder nunca de vista lo que los demás están haciendo, esto te permitirá entender qué es lo que funciona y lo que no para después poderlo aplicar a tu marca.
¿Qué otras campañas exitosas recuerdas?