Hace unas cuantas décadas, podías darte el lujo de cometer algún error con tu marca sin temer monstruosas consecuencias. En un mundo tan globalizado e hiperconectado como en el que vivimos hoy, cometer un error puede tener un costo demasiado alto, incluso podría llevarnos a la ruina total.
Para que jamás seas víctima de ti mismo te presentamos cinco tragedias que tienes que evitar a toda costa.
En ocasiones ocurrirán cosas o desgracias que será mejor dejar pasar o, sin lugar a dudas no tocar pese a que sea la idea más simpática del mundo. Aunque vivimos en una sociedad que ama el humor negro, y muchas veces nos reímos de nuestras propias desgracias, no hay nada peor visto que una marca subiéndose a un tema que no le corresponde. Es algo como una regla dorada jamás escrita.
Podemos encontrar ejemplos muy puntuales de marcas que no supieron tener el tacto y terminaron siendo lapidadas por no haber podido guardar silencio.
No hay nada más molesto para los usuarios que entrar a un enlace y toparse con un callejón sin salida. Probablemente llevaste un trabajo importante de investigación, seguramente le pediste a tu equipo de diseño muchísimos cambios para que todo se vea tal y como se necesita. Tu community está dejando los mejores copys y al final… ERROR 404.
En ese momento deja de importar todo el esfuerzo y los recursos que invertiste, al final el contenido no está disponible. No existe. Cuando quieras llevar al público a una página determinada asegúrate de haber puesto el link correcto, pocas cosas alejan “pasivamente” tanto a las personas de nuestra marca. Hay muchas aplicaciones y plugins que te permiten cuidar todos y cada uno de tus enlaces.
Si tu dominio no está disponible por culpa de un ataque DDoS se verá mal, pero al final del día no es tu culpa; un malhora habrá decidido atacarte. Sin embargo, en el momento en el que alguien intenta entrar a tu dominio y este se encuentra disponible para su venta solo puede indicar una cosa: NO ESTÁ PAGADO.
Esta es una de esas tragedias que hablan mucho de una marca y nada es algo bueno, más bien todo lo contrario. Al final del día tu página o tu blog es uno de las formas más importantes en las que tienes comunicación con el mundo exterior. Revisar la tarjeta en la que se hace el cargo, o no deberle dinero a la agencia con la que trabajas no es solo una cuestión de profesionalismo, es, incluso, un tema de ética y responsabilidad.
Muchas veces es necesario recortar a tu personal, el problema es que, lamentablemente, no todos llegan a ser tan profesionales como deberían y no se toman a bien estos cambios. Más vale prevenir y hacer una transición tranquila que tratar de solucionar los platos rotos, en ocasiones, de levantar la casa derrumbada.
Al mismo tiempo es importante exigir la profesionalización de nuestros colaboradores, esperando que estos cambios no se conviertan en un problema mayor para nosotros. Es perfectamente entendible que puede no ser nuestra culpa, y aún así es nuestra imagen la que está en juego.
De unos meses a la fecha ha cobrado mucha más relevancia el término Fake News, y no es de a gratis.
Más de una vez nos hemos encontrado con esa persona que publica una noticia como verdadera, únicamente de leer el encabezado (si no identificas a esa persona, tal vez eres tú). Al tratarse de una marca el manejo irresponsable de la información es aún más peligroso que el de un usuario común en redes.
Al ser medios de relevancia e incluso con una buena autoridad, debemos ser infinitamente más cuidadosos de revisar las fuentes, de leer lo que vamos a comunicar y, sobre todas las cosas, de no poner en riesgo algo o alguien por nuestra falta de cuidado. Las Fake News son la nueva enfermedad de las marcas, y pocas tragedias afectarán tanto nuestra reputación como publicar cosas que son falsas o mentira creyendo que son rales.
Como pueden leer ya no basta con hacer bien el trabajo, en momentos es necesario ir más allá con los cuidados que debemos tener con nuestras marcas, la vida… o por lo menos el trabajo, dependerá de ello.