Árboles con esferas, casas cubiertas de luces, películas que te hacen desear que en México caiga nieve y atracones de comida que te hacen odiarte un poco ¿quién no ama la Navidad?… todos cuando tenemos que comprar una lista gigante de regalos, soportar el caos del Buen Fin y escuchar villancicos en Agosto.
La verdad, todo eso nos puede hacer sentir nostálgicos por una época en la que ni vivíamos, una época donde las festividades no eran “creadas” por el marketing y la Navidad no era solo consumismo.He aquí un secreto: esa época jamás existió.
Mientras que el ponche y los intercambios parecen ser inmemorables, la verdad es que hasta mitades del siglo XIX, la mayoría de la gente no celebraba Navidad. Para las clases altas en EE.UU. era una excusa para emborracharse… un poco como hoy, pero sin la idea de amor fraternal o un Santa Claus rojo.
La historia de la Navidad en América revela qué tanto ha influido el marketing en nuestra cultura, y las marcas siguen insistiendo en constituirse como las “guardianes de nuestra felicidad” en una época como esta. Saben perfectamente que el “espíritu navideño” está en todas partes y es justo ahora cuando tenemos la sensibilidad más despierta.
La Navidad es la época del año en la que se produce un mayor volumen de ventas en prácticamente todos los sectores. Por ello, las empresas diseñan estrategias y campañas específicas para estas fechas con el objetivo de captar el mayor número posible de clientes.
Nuestro cerebro genera una serie de asociaciones automáticas ante ciertos estímulos y todas aquellas marcas que han sabido despertar las conexiones adecuadas hoy son marcas relevantes y fuertes.
Del mismo modo, el propio acto de obsequiar o hacer regalos hace que el que los da se sienta tan o más a gusto que el que los recibe. Un estudio de MPG Media Contacts, revela que el 69% de la gente obtiene un gran placer por el hecho de regalar. Y esta cifra aumenta al 78% si nos centramos exclusivamente en las mujeres.
Dentro de la influencia que ejerce la Navidad sobre las campañas de marketing online es posible apreciar que los descuentos son las estrategias estrella. Estos son posibles, sobre todo, a que se prevé que las ventas serán mayores y que, por tanto, es posible renunciar a una parte del margen de beneficios con el objetivo de fidelizar clientes. A este respecto también hay que decir que en muchas de estas estrategias se llevan a cabo programas de fidelización que, a la larga, acaban siendo muy efectivos.
La Navidad es una oportunidad para que la gente construya y refuerce sus relaciones, y en nuestro mundo occidental las marcas juegan un importante papel en lo que podríamos llamar “social wellbeing”. Esto significa que aquellas que persigan conectar con todos nosotros deben focalizarse en ayudar a la gente a conseguir ese estatus al que se llega tanto social como emocionalmente.