El morbo se define como una enfermedad o un interés malsano por determinadas personas o casos que en mayor o menor medida son desagradables. Ya sea que sintamos una atracción o que nos genere un rush de adrenalina el estar cerca de cosas prohibidas, el morbo es algo que capta nuestra atención y nos hace seguir ahí.
El usar estas estrategias es algo genuinamente inteligente y es que de alguna manera hace que sea casi imposible voltear a echar una mirada casi espía de lo que nos causa morbo.
Y aún así ¿por qué caemos si sabemos que es desagradable o malo? Somos por anatomía y evolución seres muy visuales. Aunque se nos enseña a respetar a los demás y no “acosarlos” con la vista, el instinto nos invita (y de manera muy persuasiva) a ver… eso. Al final no olvidemos que nos encanta ver películas o fotos o cosas que, aunque sabemos nos van a incomodar nos gusta. Es la mejor explicación del famoso “guacala que rico”.
Dentro del marketing es una de las estrategias más viejas que hay. “Ves estos hermosos dientes… ¡pues mira lo feos y amarillos que eran antes de venir a X dentista”.
El mejor ejemplo del morbo aplicado al marketing son los reality show. No importa el reality que elijas, el argumento bajo el que es vendido determinado programa es lo de menos, lo importante es el poder que el espectador tiene para conocer todos los altibajos de los personajes y si se enferman mejor, si se enamoran mejor, y si se traicionan mejor, si se pelean mejor… y así sucesivamente hasta el límite de lo legal.
Ahí radica lo atractivo, estar presente sin estar ahí. Poder ver lo malo o lo feo sin el “peligro” de estar ahí. Ser parte de una historia sin tener que comprometerse con la misma.
Lo anterior es el éxito de programas como Extreme Make Over, donde lo importante es poder espiar lo feo que vivían las personas y después lo hermoso de su hogar. O de Big Brother, donde puedes sentir empatía por una personas en específico, sin necesidad de apoyarlo. O Supervivencia al desnudo, donde puedes ver a dos personas desnudas (sin razón alguna) viviendo días en lugares desérticos poniendo a prueba sus habilidades de supervivencia. Podrían ser dos personas en esas mismas situaciones, pero ¿qué tendría de llamativo?
Ejemplos de morbo hay muchos, algunos que hacen un llamado a que veas lo asqueroso que es algo, otros buscarán presentarte al más odiado de todos en una situación lamentable.
Al final del día todo eso tendrá un éxito impresionante porque te invitará a ver y seguir viendo. ¿El límite? lo pondrás tú en el momento que digas “basta esto es demasiado”. Y ese límite, seguro, llegará después de mucho tiempo (y si estás solo tu y tu computadora tomará aún más tiempo).
Y antes de ese momento vas a compartir muchas cosas que van a llegar a muchísimas personas… ¿no es lo que queremos? Alguno de ellos ha de comprar algo.
Como puedes ver el morbo es una estrategia bastante bien probada y que seguro te funcionará para que más de uno te vea, no esperes que todos te amen, porque también es seguro que a más de uno no le va a gustar tu estrategia, recordemos el caso de #LadyPrieta.
Al final del día tu vas a decidir si la campaña se ejecuta o no, los elementos ya los tienes sobre la mesa.
Compártenos las campañas más morbosas que recuerdes.