Estamos seguros que recordarás el boom que tuvo Sarahah hace apenas unas semanas, incluso es probable que la curiosidad te carcomía te obligó a abrir tu cuenta de la famosa aplicación.
Si no entiendes del todo de lo que te estamos platicando te contamos un poco. Sarahah es una aplicación que te permite mandar y recibir mensajes de manera anónima. La idea original de esta aplicación era poder dar retroalimentación a las personas sobre su forma de ser, sobre su trabajo o simplemente para decirles algo que no te atreverías decir de frente.
Lamentablemente como ocurre con las herramientas que te permiten el anonimato, Sarahah terminó siendo un terrible escondite para todas aquellas personas que buscan hacer menos a los demás quienes se atrevían a dar plataforma a sus críticos.
Entendemos que no es del todo culpa de la aplicación; al final también hay mucha responsabilidad de las personas que lo usan y son los usuarios que, en teoría, deberían poder autocensurarse para hacer el bien.
Hasta acá no hay muchas sorpresas, especialmente si eres uno de los 250 millones de usuarios (sí, es en serio). El problema ahora es que un analista de seguridad logró identificar que la famosa aplicación no permite tanto anonimato, esto debido a que la aplicación, de manera automática, copia tu lista de contactos y la sube al servidor de la compañía.
¿La razón? No es clara por el momento.
La cosa se pone peor con las respuestas al respecto de uno de los fundadores de la aplicación:
“Los contactos se almacenan en nuestros servidores para una función que te permitirá encontrar a tus amigos, lamentablemente se ha retrasado el lanzamiento de esa función por algunos problemas técnicos”.
Una vez que se dio a conocer esta noticia Zain Alabdin, uno de los fundadores, comentó en mediante Twitter que para la siguiente actualización se eliminaría el almacenaje de contactos en los servidores de Sarahah.
La última defensa que tiene la aplicación antes de perder credibilidad en tanto a este tema es que al momento de instalarla te pregunta si puede acceder a tus contactos, y si no das permiso, aún puedes seguir usando la aplicación.
Podría parecer menor el tema de los accesos a nuestra información, sobre todo si es para “una funcionalidad adicional”, sin embargo más de una vez se han escuchado las fallas de seguridad que algunas aplicaciones que prometen el anonimato o la seguridad de que nadie más podrá ver tu contenido. Por ejemplo, si bien no es un caso reciente, es relevante por la magnitud que representó en 2014, cuando nos enteramos de que Snapchat admitió la filtración de cerca de 100,000 imágenes privadas debido a aplicaciones de terceros.
Con este antecedente (y muchos otros) nos hace dudar sobre los verdaderos fines de esta “función” y hace mucho más fuerte la pregunta verdaderamente importante: ¿quién en realidad utiliza esa información y para qué?
Tendremos que esperar para ver en qué termina este tema y ver si Sarahah cumple lo que ha dicho, sin embargo no está de más poder recordar siempre tener mucho cuidado con la información que permitimos ver a las aplicaciones, nunca sabremos realmente quién está detrás.