Es muy probable que en algún momento de sus estudios se pelearan con la famosa bibliografía en los trabajos que entregaron para alguna clase. Pues quién pensaría que actualmente, la comunicación en internet sufre más que nunca que se publica contenido sin verificar las fuentes de información.
Recientemente, les platicamos cómo Facebook está tomando medidas para poder controlar la información falsa o noticias falsas, conocidas como fake news, que son piezas de información utilizadas para llamar la atención de los internautas a base de la manipulación y mentira.
Sin embargo, aunque uno no quiera o tenga la intención de mal informar a su audiencia, actualmente cualquiera está en el peligro de verse en el error de comunicar información falsa o errónea. Esto porque se realiza un efecto en cadena en donde unos medios comunican una noticia sin revisar su veracidad y de ahí todo mundo empieza a utilizar la información, pero al final del día todos los que cayeron en el error quedan evidenciados.
Esto puede dañar seriamente la imagen de una marca, ya que no sólo comunicó información falsa, sino que también queda demostrado que no realizaron una investigación.
Es por eso que les decimos aquí unos tips para realizar un fact-checking de la información que publiquen en su comunicación digital. El fact-checking es un proceso que están adquiriendo los medios de comunicación y empresas para evitar caer en el error (y horror) de comunicar algo falso o erróneo.
Antes que nada, hay que recordar que existen dos tipos de fuentes: las primarias y secundarias. Las primarias son aquellas en donde se origina la información y las secundarias son medios que toman el origen de la noticia, para después darle un contexto diferente y transmitirlo.
Cuando se vea una noticia o pedazo de información que quiera comunicarse, es recomendado antes que nada verificar la fuente primaria. Por ejemplo, si un medio está hablando acerca de un nuevo producto de Apple, la buena práctica sería obtener la información del comunicado original de la empresa. De esta forma uno asegura que la fuente es 100% verídica y además no se comunica algo falso que pudo haber sido agregado el medio secundario, por más “confiable” que sea, siempre está la posibilidad del error humano. De igual forma, cuando uno comunica algo referente a datos, cifras o cuestiones relacionadas a eventos pasados, es importante realizar una verificación en diferentes fuentes para ver si existe una correlación.
Como decíamos, el medio secundario pudo haber manipulado la información por un objetivo particular, y uno en el error está transmitiendo esos datos erróneos. En cambio, si uno ve que todos los medios están transmitiendo el mismo mensaje unificado, puede uno empezar a confiar que sea un mensaje estandarizado y no manipulado.
Por último, recomendamos nunca realizar una publicación en automático o lo “más rápido” posible. Es mejor comunicar algo unos minutos o incluso horas más tarde, una vez que se haya aclarado si la noticia es real o falsa, en lugar de querer impactar inmediatamente a la audiencia, para después quedar señalado por el error.
Hay que recordar que una vez que sale algo al internet, es muy difícil borrarlo. Siempre habrá alguien que capte el error y después lo difunda. Así que ya saben, siempre en lo que comuniquen tengan un proceso de fact-checking.
Adicionalmente, es importante mencionar que el publicar información falsa o incompleta es solo una parte de la propagación de la misma. Nosotros como usuarios de redes sociales también tenemos la responsabilidad de no compartir artículos o imágenes sin primero confirmar la fuente.
La desinformación es un monstruo, pero se puede pelear contra el mismo si nosotros mismos utilizamos los recursos a nuestro alcance para reconocerlo. ¡Ayuda a mantener las redes sociales libres de desinformación!
¿Tienes algo qué agregar sobre la importancia del fact-checking? ¡Cuéntanos en los comments!