Es muy sabido que el marketing apela a los sentimientos para lograr su principal cometido: vender. A pesar de ello, muchas empresas aún no conocen la importancia de plasmar este tipo de contenido en su estrategia de mercadeo, por eso hoy nos encantaría enseñarte el por qué es importante apostar por el marketing emocional para lograr el éxito que tanto deseamos en los negocios. Sigue leyendo y descubre todo acerca de esta interesante variable que realmente podrá proveer resultados incomparables.
Probablemente ya lo sepas, pero, ¿a qué nos referimos con marketing emocional?, básicamente es una estrategia enfocada en promover sentimientos y emociones que pueden generar actitudes tanto favorables como desfavorables hacia una marca. La base de este es que “la compra es el resultado de una emoción; si es positiva, el cliente lo compra, de lo contrario no lo hace.”
Todas las decisiones de compra poseen un componente que implica la racionalidad, pero asimismo, las emociones tienen un peso bastante fuerte en este proceso. El marketing emocional es el encargado de crear una relación de la marca con el cliente basada en las experiencias, lo cual es fundamental para el engagement y para que los usuarios se conviertan en promotores de nuestro producto, servicio, empresa, etc.
En la actualidad, decir que una empresa “vende productos o servicios” es algo relativo. Puede que sea cierto, sin embargo, lo que verdaderamente se busca vender son beneficios y promesas emocionales, ya que en el marketing las percepciones y emociones son dos factores primordiales y depende de estos el éxito o fracaso de una marca.
Si tenemos presente la base que te comentábamos hace un momento sobre lo que es el marketing emocional, podemos ser capaces de profundizar en una multiplicidad de conceptos y/o acciones que influyen directamente en las estrategias de mercadeo. Ten presente que el factor emocional tiene bastante peso al momento de realizar una campaña publicitaria, ya que uno de los objetivos primordiales es el de perfilarse con la audiencia a la que piensas dirigirte y al mismo tiempo, suscitar en esta una variedad de sentimientos favorables hacia la marca.
Las marcas tienen la necesidad de transmitir alegría, dinamismo, y un sinfín de situaciones positivas que deben acompañar a los consumidores para que exista una asociación entre el consumo de los productos de su agrado y la satisfacción. Incluso, hay campañas publicitarias que apelan al humor, a la exageración, al doble sentido y en algunos casos, a la irritabilidad, todo para no pasar desapercibidas.
Pero a pesar de todo lo anterior, aún no es suficiente. Lo que busca el marketing emocional es que los consumidores sientan que son valorados y bien cuidados, que la marca realmente se preocupe por ellos.
Distintas investigaciones han determinado que las relaciones emocionales que se crean entre las personas vienen dadas por estímulos cognitivos (sonidos, algunas palabras, ciertos individuos, etc) dentro de los primeros milisegundos, los impulsos respuesta se manifiestan medio segundo después. Todo esto es importante para el marketing emocional, ya que los expertos buscan la mejor forma de integrar estas respuestas naturales de los seres humanos e implementarlas en estrategias de mercadeo para influir de forma más efectiva en las decisiones de compra de los clientes.
Actualmente es muy común encontrarnos en la web un montón de vídeos que se han convertido en virales por el simple hecho de apelar a las emociones de forma correcta, un buen ejemplo de esto es el del vídeo llamado “Fisrt Kiss”, que cuenta con 113.651.436 visitas en Youtube, este no contaba con una trama ni nada por el estilo, de hecho, se trataba de un experimento social en el que varios extraños hablaban hasta besarse por primera vez. El éxito de este fue tal que se realizaron diversas parodias del mismo, incluso en la actualidad, diversas compañías lanzan vídeos similares que tienen bastantes visitas.
Otro ejemplo de esto es el vídeo realizado por Dulcinea Studios, el cual creó una convocatoria en su página de Facebook para invitar a varios extraños que querían vivir una “experiencia distinta”, la idea era lograr un emparejamiento eficaz de las personas involucradas, para esto se les pasó un formulario a cada uno con preguntas elaboradas y corroboradas por el psicólogo Arthur Aron hace más de dos décadas. Al crear el ambiente propicio, la intimidad y confianza necesaria, los extraños terminaron besándose al cabo de un tiempo y pasando un buen rato.
Todo esto nos deja ver que, el marketing emocional ha llegado para quedarse y adoptarlo no es un capricho, es una necesidad para lograr el éxito y crear engagement con las audiencias, sobre todo si tenemos en cuenta que, vivimos en una era donde los consumidores son más difíciles de convencer, por lo que, crear un vínculo de confianza a través de la experiencia es algo vital.